jueves, 18 de noviembre de 2010

De croissants, vodka y otras vicisitudes

El sábado pasado estaba invitada a una cena con un grupo de gente así como muy madura, muy intelectual, unos cuantos que comparten mi profesión y creen que hablar de curro un sábado de copas es algo imprescindible, unos cuantos sociólogos (cómo coño puede eso ser una carrera universitaria, por favor?!!) aburridos, algunos de ellos con niños, muchos con casa en las afueras y jardín, no sé, ese tipo de gente con la que puedes hablar de cualquier tema interesante pero de ninguno divertido, la clase de personas que piensan que hablar de los pros y los contras de los diferentes planes de pensiones en una cena de sábado es apasionante.

Y la verdad, después del jueves por la noche, una de esas noches de "voy a tomar una y me vuelvo a casa" (toda la vida repitiéndome una frase que sé que nunca es verdad, ¿cuándo aprenderé?) que se convirtió en una larga noche de copas, caricias furtivas, desahogos impacientes y una sensación no demasiado agradable que no me podía sacudir de los pliegues de la piel y que no sabría definir con exactitud pero que era algo así como "qué hace una chica como yo en un sitio como éste" o más bien en una situación como ésta, una especie de "no me quiero conformar", bueno, movidas que yo normalmente no tengo y que no me gusta tener.
En resumen, que después de la noche del jueves, no me apetecía demasiado (o mejor dicho, me apetecía aún menos) la cena del sábado.

El sábado, de repente, me surge una invitación a una fiesta de otro grupo que me pega mucho más. Esa gente que siempre sabe cuándo sale pero no cuándo vuelve, los que vamos disfrazados de serios y responsables cada día al curro pero llega la noche y nos transformamos, cobramos vida, tenemos quizá un plan de pensiones o un piso mono en el centro pero nos gusta pasar la noche en barras de bar y seguir comportándonos como nos de la gana, incluso como adolescentes aunque llevemos un poco más de efectivo en el bolsillo. De ésos como yo que no conciben una buena noche de amigos sin acabar desayunando, de los que no miramos el reloj. Y además yo ya pienso mucho en el curro, mantengo la compostura en las reuniones y el fin de semana me apetece desmelenarme y vender mi alma a la diosa de la frivolidad o a la del sexo. Jeje. No quiero volverme adulta y seria, perder la capacidad de reír por tonterías o de hacerlas simplemente, me aburre mucho lo de confundir la madurez con la seriedad.

Así que cambié de planes. Y me fuí a la fiesta divertida, con los otros ya quedaré un martes por la tarde a hablar de cosas serias e intelectuales. Jajaja.

Llevaba meses sin reírme tanto en una fiesta que no fuera con mis amigas. ¡Qué bien me lo pasé! Perdí la cuenta de los bares que visitamos, de los chupitos que bebí, de las cervezas que fueron convirtiéndose en copas a medida que anochecía.
Acabamos en el piso de siempre desayunando croissants con vodka (ahora así escrito suena fatal pero el sábado sabían buenísimos...jaja).
Pero lo mejor de la fiesta fue sin duda una pareja gay que me caen muy bien y me río mucho con ellos y que a la vez me ponen mucho. De esos gays sin pluma, que encima van siempre guapísimos y compartimos una forma bastante parecida de ver la vida.
Total que sólo hay que sumar alcohol+cachondeo+sexo como principal tema de conversación+2 tíos gays que me caen bien y me ponen+mi imaginación que va a su puta bola, lleva su ritmo+todo el porno gay que he consumido a lo largo de mi vida (el único porno que me gusta)=uff, uff, uff, ufff, ufff.
Entre que yo no soy de piedra sino más bien como las cerillas, que se prenden con cualquier chispa, que siempre he tenido la fantasía de hacer un trío con dos tíos que se lo montaran también entre ellos y que ellos dos con un par de copas soltaron la lengua y empezaron que si "yo soy bi, lo que pasa que éste me tiene loco y sólo quiero estar con él", que si "molaría montárselo los tres", que si "a mí me encantaría montármelo con él mientras tú miras", que si "él es bi, yo muy exhibicionista, niguno de los dos celoso, tenemos los requisitos para hacer un trío", "pero si lo hacemos que sea con alguien que lo vaya a disfrutar tanto como nosotros", que si "tú serías perfecta para el trío porque no tienes prejuicios",...llegó un momento de la fiesta en el que no sabía si beberme la copa o tirármela por encima para refrescarme.
Alguna vez ya me habían hecho ese tipo de comentarios pero como algo puntual y en general. El sábado lo repitieron varias veces, concretaron algún detalle, no sé, me dió la impresión de que lo decían en serio.

El domingo, cuando vuelves a nivelar el grado de alcohol y el de sangre en las venas, te tomas dos ibuprofenos con media botella de agua del tirón e intentas recordar cuántos croissants comiste para descubrir si esa es la causa de que te encuentres tan mal, recuerdas frases sueltas y aplicando la poca sensatez que te queda, llegas a la conclusión de que no, que todo fue fruto del alcohol y que no lo decían en serio.
Aún así, no puedes evitar fantasear con sus dos cuerpos desnudos fibrosos, con las imágenes de ambos montándoselo mientras tú te deleitas en directo con lo que siempre te ha gustado ver en película y luego se desarrolla la situación hacia un trío que tu mente ha imaginado en infinidad de ocasiones. Y te acuestas segura de que va a seguir siendo una fantasía.

Y hoy, en el trabajo, me vibra el móvil. Un mensaje: "¿Qué tal, morena? Yo aún no puedo ver los croissants ni de lejos. Pero lo del sábado lo decíamos en serio. Si lo hacemos, que sea contigo. La pelota está en tu tejado. Besazos".Ufff, uff, uff. Sin palabras. Seguiré informando.

13 comentarios:

  1. Ni me lo pensaba hija. Vamos, que ponía una excusa en el trabajo ahora mismo. Que morbazo.

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  2. Espero el siguiente episodio....;)
    Bss y gracias por escribir tan bien.

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  3. Mmm...esto se pone interesante...

    ya nos contarás como termina :P

    besos!

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  4. 2 cositas.
    1) si chica Sociologia carrera universitaria pues eso pa mear y no echar gota.

    2) yo recogeria la pelota, recuerda, la vida pasa, luego te mueres y todo se acaba. Así que como yo pienso que es mejor arrepentirse de lo que has hecho que de lo que no. Que los besos del pecado enseñan más que los besos que no has dado.....
    yo me lanzaría a la piscina

    DIVIERTETE

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  5. ¿De verdad te lo estás pensando?...

    Como todos los demás, esperamos el feliz desenlace (¡joer!...me ha salido a parto inminente, ¡jajajaja!)

    A disfrutar.....

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  6. yo ni me lo pensaria,
    pero cuentanos algo eh?
    para las que no nos pasa nunca nada de eso, que hasta mis amigos gays son de lo mas formales
    un beso
    y disfruta

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  7. Quizá yo he hecho el camino al revés, cuanto mayor menos seria…
    A mí también me pone el porno gay, es una especie de fascinación…no sé…
    Bueno pues ya nos contarás…aunque presiento el desenlace mmmm jeje
    Besitos

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  8. Es muy fácil opinar desde el otro lado de la cama, aunque también es cierto, que los/las hay que estarían encantado-as de que les ofrecieran una proposición indecente de este calibre.
    Para los que decidan aceptar...¡feliz fiesta!.
    Para los que no...a pensárselo para la próxima oportunidad.

    Bego

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  9. ui ui ui...yo no digo nada hasta que no vea como termina el asunto! jaja

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  10. Uyyyy! Pues sí, está en tu tejado... A ver que decides...

    Besos.

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  11. De película.
    Sin palabras es poco para describir el momento después de leer ese mensaje, jeje. Envidia!

    Esperamos continuación.
    bsos

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  12. uff, uff, ufff

    Es una suerte que las cosas estén claras y que dependa de ti aceptar o no.
    A mí me parece bastante evidente cuál sería la continuación de la historia, pero me quedo con eso de que nos mantendrás informados.

    Diviértete!!

    Besos

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