jueves, 16 de diciembre de 2010

Aunque no me convenga

Hay tíos con los que sabes que no deberías perder la compostura porque tu instinto unido a lo que has vivido te dice que uno va a salir perdiendo, jodido, y normalmente no sueles ser tú sino él. Y a veces consigues resistirte y a veces no.

Hay otros con los que sabes que no deberías perder la ropa porque la experiencia y un sexto sentido te dicen que no van a pasar el listón que tú pides, el que tú estableces y la insatisfacción, la decepción están programadas pero a veces puede más el deseo que la razón.

Hay quien no debería nunca verte perder la educación a los pies de la cama porque sabes que se va a asustar, que no encajas en su definición de chica modosita que se deja hacer. Y aún así a veces caes.

Pero sobre todo hay un tipo que no me conviene nada. El chico malo que te deja boquiabierta en cada caricia y que supura morbo. Y sabes que no debes porque engancha, porque es como una droga que te deja tan saciada que a la vez te convierte en insaciable. Los siguientes 3 días no vas a poder quitarte de la mente sus besos, sus miradas, sus gemidos. Pero no te puedes resistir.
Me llama, me embauca con su impostura de niño bueno y quedamos. Aparece con ese pantalón tan bien relleno tanto por delante como por detrás, ese culo donde mi mirada se perdería durante el resto de la eternidad y esa cara de haber roto muchos más platos que la vajilla de la familia real. Y esa cazadora, ¿cómo se puede llevar una prenda con tanto gusto, con tanta percha, con tanta pose? Y ya estamos perdidos. Nada esa noche iba a conseguir que no acabáramos entre las sábanas de una cama que sería muda testigo de los gritos de la pasión desenfrenada.
¿Cómo voy a resistirme a esos ojos color miel que me obnubilan la sensatez y me empujan al abismo del deseo que fluye entre mis piernas?.
La cena se desarrolla entre conversaciones acerca de todo y de nada y un juego de miradas que dicen sin palabras todo lo que va a venir después. El hielo de las copas se derrite mientras nuestras lenguas bailan entrelazadas al son de un ansia que nos es imposible contener. Y nos faltan manos para recorrernos y palabras para excitarnos.
La noche acaba como acaban casi todas las que merecen la pena: en una cama.
Borrachos del otro, buscando avivar aún más el fuego que ya crepita. Y cuando desfallezco, derrotada, sobre su pecho, aún jadeante, aún empapada, me vuelve a mirar y me pone morritos, me descoloca con su pose de vuelta de todo y comienza de nuevo la espiral en la que se vuelve irresistible y yo siento de nuevo la humedad descendiendo entre mis piernas.
Saciados de nuevo, el tatuaje de su cadera, enmarcado en esos músculos esculpidos por un maestro del arte y el buen gusto, despierta de nuevo en mí la sed de más, como el sediento que al beber algo dulce no aplaca su sed sino que la acrecenta. Y me zambullo de nuevo, imposible parar.
Parece mentira pero no sólo despierta los instintos más básicos sino que encima es capaz de satisfacerlos como buen entendedor del placer femenino en general y de mi cuerpo en particular.
Así se desarrolla todo esa noche, todas las noches con él.

Y no me conviene pero no me puedo resistir. Y aunque pudiera, no sé si querría.

14 comentarios:

  1. Supongo que dices que no te conviene porque sabes de sobra que el apetecible macho alfa que te beneficias tiene y tendrá muchas... digamos... húmedas cuevas en las que explorar (¿ha salido bien el eufemenismo?). En fin, como tú misma bien señalas, lo que te lleva a hacer lo que haces es instinto básico, el mismo que conducirá a otras a abrirse ante él con facilidad suma... Disfruta pues lo que puedas, considérate afortunada por ello y no lo dudes, algo de dolor tendrás que pagar por tus placeres extraordinarios. Pero la vida es como es, Susurradora. Que sea leve y... ¡¡que te quiten lo bailado!!

    ResponderEliminar
  2. ¡¡Caray!! Repaso y veo que he escrito "eufemenismo"... ¿querrá esto decir algo? jajajaja!!

    ResponderEliminar
  3. Hola

    pues yo me he sentido alguna vez en esa situacion, de no saber si me conviene alguien pero estar super enganchada, aunque no tengo muy claro porque dices que no te conviene, yo seguiria disfrutando cada segundo porque se te ve y se te nota muy bien :)

    No se si tiene razon Adorador en eso de porque es un macho alfa, yo pienso que no van por ahi los tiros aunque eso lo sabras tu muy bien

    Pero mi consejo es que disfrutes de cada minuto y cada segundo y no lo dejes

    abrazos de Ana

    ResponderEliminar
  4. Adorador y Ana...
    Cuando digo que no me conviene me refiero a lo que también menciono en el post: "Y sabes que no debes porque engancha, porque es como una droga que te deja tan saciada que a la vez te convierte en insaciable".
    A mí, Adorador, lo que cada uno haga o en qué o con quién invierta su tiempo libre cuando no está conmigo es algo que nunca me ha preocupado.
    Los machos Alfa los tengo fuera de mi radio de acción, el primitivismo de ese prototipo de hombre no me gusta.
    Y no voy a dejar de disfrutarle, Ana, aunque luego me pase días pensando en él.

    Besos

    ResponderEliminar
  5. Lo que no te conviene son los primeros tipos que enumeras en tu post... pero el protagonista, si te hace disfrutar tantísimo, te conviene, sin duda!

    ResponderEliminar
  6. Pues Susurros con mas razon !!!
    no lo dejes tia, no seas tonta
    disfruta de todos los momentos con el, que ya veo que no hace falta decirtelo

    No hay cosa mejor que 2 personas asi de calientes en la cama, te lo digo con conocimiento de causa

    Y coincido contigo en lo que dices de los machos alfa,

    saludos de Ana

    ResponderEliminar
  7. Dificil tema. Muchos pros y contras que solo uno mismo sabe. Porsupuesto disfruta siempre que puedas, siempre y cuando te haga feliz.

    La tarde, mi tarde,... FUE BRUTAL! y todavia no ha empezado la noche!
    Espero que tu tambien la disfrutes!
    Ya contaré...
    Un besazo! Pepi

    ResponderEliminar
  8. Bueno, si no te puedes resistir, y si aunque pudieras no lo harias.... ues parece que no hay problema. Disfruta la situación jadeante mientras se pueda y luegos dios proveera. yo no me comeria tanto la cabeza.

    ResponderEliminar
  9. Yo te veo bien...me gusta que seas tú...Besos

    ResponderEliminar
  10. Puede que lo conveniente sea no resistirse. Que seria de nosotros sin manzanas prohibidas?

    Besos.

    ResponderEliminar
  11. Ya sabes lo que dicen: si no cuesta dinero ni causa dolor...¿porqué negarse?.

    besos

    ResponderEliminar
  12. Has descrito en la entrada mi cita favorita, dan ganas de citarse contigo.

    Un blog muy interesante, espero que te guste el mio:

    http://blogdelmaestroim.blogspot.com/

    Besos

    ResponderEliminar
  13. joder... me has descrito a la perfección... sin tatoo.

    Besos

    ResponderEliminar

Susurra lo que te apetezca...