martes, 25 de mayo de 2010

Orgasmos inesperados

Me encanta lo inesperado.
Las sorpresas. Lo que no creías que fuera a pasar.
En el último post me pedía un anónimo que contara cuál es la vez que mejor me han comido el coño.
Uff, pues no sabría decirlo. No podría decidirme por una.


Podría decir que fue L. Que siempre conseguía que me corriera. Que tenía ese don para saber cómo hacerlo.

O que fue P. que siempre encontraba la manera de volverme loca cuando me miraba y los ojos le brillaban y me decía con la mirada, "mírame, aquí estoy, mójame la boca, derrítete en mí".

O R. haciendo que me corriera una vez tras otra, sin parar, una tras otra. Con la intensidad perfecta en función de lo sensible que yo estuviera.

¿Quizás A.? Lamiendo despacio, suave y sabiendo cuál era el momento perfecto para meter dos dedos dentro de mí y moverlos al son de su lengua hasta crear la melodía perfecta para conseguir mi orgasmo.

A lo mejor fue M. con sus juegos, llevándome al borde del abismo para volver a bajar el ritmo y retroceder al nivel anterior. Subiendo y bajando como en una noria hasta que le suplicaba que no me torturara más.

Y J. que succionaba de tal manera que me ponía los pezones durísimos y un escalofrío me recorría desde las uñas de los pies hasta la última neurona de mi cerebro.


Pero en realidad no podría decidirme por una en concreto.

Las mejores son siempre las que no esperaba. Esas veces que estás relajada, que crees que el orgasmo aún está lejos, al fondo del horizonte, que tienes tiempo para disfrutar, que te dejas llevar y no tienes prisa y de repente, un movimiento inesperado, un gesto de él, una imagen que te cruza por la mente te enciende. Como una mecha. Y en un milisegundo pasas, con la más completa estupefacción, de estar relajada a saber de repente que vas a correrte, que ya no hay vuelta atrás.

Joder, es una sensación que no se puede describir.

Estás calentando, disfrutando pero aún tranquila. Y en el segundo siguiente, sin saberte explicar muy bien cómo, sólo porque su lengua por azar o con intención ha rozado algún sitio o de alguna manera que tu cuerpo no puede resistir, te encuentras al borde del orgasmo. Te pilla desprevenida, te sorprende, te descoloca. Pero a la vez el placer es tan intenso, tan indómito a las leyes habituales, tan sorprendente que te hace disfrutar el doble. Hay orgasmos que llegan como las olas en la playa, las ves venir de lejos, sabes cuándo van a romper en la orilla. Los orgasmos inesperados son como una tormenta, como una ola gigante que se forma en mitad de un océano tranquilo como si surgieran de la nada y se eleva un par de metros para romper con una fuerza devastadora.
Todo pasa en cuestión de segundos...tranquilidad, una sensación que te enciende de repente, sorpresa, estupefacción, saber que no hay vuelta atrás, el placer elevándose como en un ascensor supersónico que se mueve a la velocidad de la luz y una explosión de placer inédita, intensa, amplificada que te deja relajada, aún sin creerte que en un intervalo tan corto hayas pasado por tantos estados distintos...
Abres los ojos, tus pupilas se acostumbran a la luz, en mi cuerpo aún duele la intensidad del placer que acabo de sentir, esa ráfaga inesperada que me ha dejado sin aliento, ese vendaval que ha arrasado cualquier resquicio de insensibilidad en mi piel. Aún no me lo creo. Aún respiro entrecortadamente, el cerebro sigue enviándome descargas de placer...

Ésos son los mejores orgasmos. Los que no te esperas. Los que no controlas. Los que no se encuadran en los tiempos conocidos, en las fases establecidas, en los intervalos standard, sino que van más allá, son impredecibles, son irrepetibles porque al no saber qué los produce tampoco se pueden repetir a tu antojo. Y son complicados de explicar, hay que sentirlos para saber de qué hablo exactamente.

6 comentarios:

  1. Sacar fruto de lo imprevisible...veo que lo haces...besos.

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  2. Como casi todo en la vida... Lo mejor suelen ser las sorpresas agradables que no tienes previstas.

    ¡Besos!

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  3. Seguramente lo mejor esté por venir. Besos

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  4. El factor sorpresa siempre ayuda, en todos los aspectos.

    Besos... por sorpresa ;)

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  5. Pues yo creo que lo has descrito perfectamente.... yo ahora tengo un noseque en la lengua...

    un beso
    k

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  6. La brisa de la noche...
    En el sexo oral yo le saco partido a todo. Jejeje.

    Juancho...
    Sí, lo que no esperas te gusta y además te sorprende.

    El octavo pasajero...
    No me digas eso que me mata la espera entonces.

    Jauroles...
    El factor sorpresa mola porque te pilla desprevenida.

    Karnevoi...
    Al leer eso me entra a mí un no sé qué en otro sitio.

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