miércoles, 2 de diciembre de 2009

Ahora ya no

Cada uno tiene una parte de sí mismo que no enseña a todos. Esa parte vulnerable, esos secretos tan míos, esa debilidad por ciertas cosas. No lo muestro por nada sino porque hay niveles a los que hay que ganarse el acceso.

Y llegaste tú. Con esa carita, ese cuerpecito (o cuerpazo) y esas palabras que suenan tan bien al oído.

Mi parte mala, el demonio que se me pone en el hombro y que siempre acierta(ahora que lo pienso creo que el otro hombro siempre ha estado vacío, nunca he visto al ángel ése bueno, jejeje), diciéndome que eran palabras vacías, que era una fachada, que no me fiara.

Aunque no me fié de tus palabras, en eso le daba la razón a mi demonio, sí que bajé la guardia. Porque te abrías a mí, porque te comportabas conmigo como yo sabía que no eras con otras personas.

Así que abrí un poquito la coraza, te mostré cosas de mí que llevaban tiempo escondidas.
ENORME ERROR.

Porque eras como una sabandija esperando a chuparme la sangre, una persona de ésas que esconde la propia inseguridad a costa de aprovecharse de los demás.

Y ahí empezó todo a ir mal.

Siempre te ha gustado que te vayan detrás.

Que te llamen, que te busquen, que te supliquen.

Yo, en un principio, e ignorando los avisos de mi demonio, me comporté contigo como con todos. Invertí tanto esfuerzo como creí que sería recompensado. Te llamé cuando me apetecía hablar contigo. Y te propuse lo que quería que hiciéramos.


Como ya sabías mis puntos débiles, como ya sabías mis secretos, como ya me tenías ganada, ibas de duro. De arrogante. De pagado de ti mismo.
Cogías el teléfono una de 3 veces, devolvías la llamada una semana más tarde, jugabas a hacerte el interesante.

Sí, estás bueno. Sí, eres majo. Sí, me caes muy bien.

Pero no tanto, chaval.

Ese jueguecito funciona con las media-neurona que conoces en los bares, con las tías que trabajan de dependientas en Bershka, con las que cargan con el complejo de "masocas que buscan un chulo que las haga llorar".

Pero conmigo no. Si lo quieres, aquí está, si no, ahí está la puerta. Otra cosa no, pero tengo las ideas muy claras, sé lo que quiero, cómo y cuándo.
Tuve un momento de poca lucidez, te dí más confianza de la que merecías pero de ahí a volverme ciega, no. Fue un estadio pasajero. Y eso es lo que más parece joderte.

Si hubieras aprovechado, hubieras podido tener casi todo. Estuviste tannnn cerca, lo tocaste con la punta de los dedos, llegaste donde muchos ni siquiera sabían que esa parte era aún un trozo de mí. Pero la cagaste.

Ahora, cuando ya paso, cuando has conseguido serme indiferente (eso es lo peor que te puede pasar conmigo), cuando me he cansado de tus bobadas de niño de guardería, ahora, vuelves.

Porque debe ser que lo normal es que te sigan llamando, persiguiéndote.
Ahora eres tú quien llama. Quien escribe.
Pero no te cojo no porque me quiera hacer la interesante sino porque no me mereces la pena.
No te respondo porque creo que ya te dejé todo claro una vez.
Los juegos del ratón y el gato están bien, pero en la cama.
Y tonterías, las mínimas. Que no tengo ni tiempo ni ganas.

Y como sé que de vez en cuando lees el blog, espero que ya haya quedado todo claro.

Ya te dije una vez que a quien borro de mi lista, no vuelve a entrar.

Que te vaya bonito. Una pena lo que pudo ser y se quedó en agua de borrajas.

13 comentarios:

  1. Pasé por algo similar.
    Me parece que tu reacción es la más acertada.
    Ellos siempre vuelven cuando ven que te pierden, o cuando ya te han perdido...

    Un beso grande

    ResponderEliminar
  2. La verdad es que has dado en el clavo, es tan típica esta historia. Tienes mucha razón, sobre todo en que no merece la pena, siempre sería igual, hay personas que nunca nos podrán hacer felices por mucho que nos quieran y que queramos.

    Un abrazo!!!

    ResponderEliminar
  3. bueno, seguramente le has ayudado a madurar..bs

    ResponderEliminar
  4. Mucho esfuerzo un post entero ¿no?

    Tíratelo de nuevo y luego otro mesecito o dos sin llamarle...

    Besos

    P.D.Por un momento he pensado en Kill Bill de dura que te he visto ;o)

    ResponderEliminar
  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  6. Muchas veces ni siquiera merece el esfuerzo de recordar a ciertas personas...

    Un beso.

    ResponderEliminar
  7. se nota que te has quedado agusto.

    chica dura.... o no.

    Besos

    ResponderEliminar
  8. Me encanta cuando escribes lo que piensas (pensando lo que dices).

    ResponderEliminar
  9. Descubro poco a poco retazos de tu personalidad con este blog y cada vez te muestras más interesante. Así se fragua una amistad. Un placer leerte. Besos

    ResponderEliminar
  10. Jodo, cómo está el patio...

    Besos sin lista

    ResponderEliminar
  11. Prefiero no comentarte personalmente pero te entiendo perfectamente.

    SI esta boquita hablara ...... jaja

    pero hija si hay mucho capullo con perdon de quien no lo es


    besos calidos

    Ahora poco publico donde me comentas siempre te dire cual es mi nuevo avatar y tiene mucho que ver con lo que tu cuentas aqui-

    besos

    ResponderEliminar
  12. Mónica...
    El problema es cuando vuelven y ya no le estás esperando.

    Espiritu Zen...
    Creo que su intención no es hacerme feliz sino tenerme a su disposición.

    Esplendor en la hierba...
    Hay quien nunca madurará. La madurez le viene grande.

    Soie...
    Jajaja. Es que cuando me tocan las narices me sale otra Susurros, una mucho más dura.

    Granaino...
    Es la postura que me sale tener.

    Juancho...
    El post no es por recordarle sino para aclarar conceptos que por lo visto no habían quedado claros.

    Martín...
    Dura no, con las ideas claras.

    Coco...
    Buena frase. Sí, siempre digo lo que pienso y suelo pensar lo que digo.

    El octavo pasajero...
    Siempre es un honor ganar una nueva amistad.

    Hyku...
    El patio ese día estaba calentito pero tú estás en lista, me puedes mandar besos. Jaja.

    Armandozzz...
    Anímate!

    Baby...
    Pasando de los capullos, yo sólo invierto tiempo en quien merece la pena.

    Besos a todos. Gracias por leerme.

    ResponderEliminar

Susurra lo que te apetezca...