jueves, 14 de mayo de 2009

Como en los viejos tiempos

Yo por aquella época nadaba todos los días.

Siempre a la misma hora. Siempre la misma gente.

Sería junio, más o menos.
Una tarde, bajan del gimnasio, de otra clase, un grupo de tíos.
Inmediatamente mi vista se centró en el rubio (qué obsesión con los rubios!!). Alto, delgado, fibroso, super atractivo.
Pero en la vida, las cosas son como son. No como tú las planeas o imaginas.
Así que el rubio aquél hoy es uno de mis mejores amigos. Estrictamente amigo.
Con él, venía un moreno. Que de lejos no me llamó la atención.

El caso es que se convirtió en rutina que bajaran todos los días a nadar.
Nuestro punto en común era la amistad que nos unía a todos con el monitor de natación.
Así empezamos a hablar.
El moreno, visto de cerca, no era guapo pero tenía un atractivo y un morbo que me gustaban.
Pero me sacaba 5 años. Que entonces y a esa edad eran un mundo. Nunca pensé que se fijara en mí.

Un par de semanas después, a raíz de un comentario suyo, le espeté que era un chulo.
Con esa sonrisa y esa mirada que aún hoy despiertan mi deseo, me dijo:
- Claro, niña, soy de Madrid. De Chamberí. Gato puro.

Y desde entonces siempre he sido su niña. Siempre me ha llamado así.

Por supuesto, la primera vez que me vió fuera de la piscina, sin el gorro de natación, gané muchos puntos.

Lo que empezó como un rollo de verano, un capricho, la gracia de la novedad...acabó siendo una historia que aún hoy da coletazos.

Me enseño la mayor parte de lo que sé sobre sexo. Aunque él dice que yo siempre fui una alumna muy aplicada.

Su grupo de amigos es hoy mi grupo de amigos. De ésos amigos que no pierden la complicidad a pesar de no coincidir en meses. De los que siempre se puede contar con ellos.

Con él, no funcionó, él se enamoró de mí, yo no, pero nos une un sentimiento especial, algo que no me une a mucha gente.
Y de vez en cuando volvemos a tropezar en la piedra del deseo. La misma que prometimos evitar. Pero no podemos evitarlo.

Su sonrisa, su pelo, su chulería, su olor, su voz aún me despiertan cosas que creía enterradas, como si unas invisibles cadenas nos unieran y no pudiéramos deshacernos de ellas.

Hoy me ha llamado. Para hablar. Y la conversación se ha tornado melancólica a ratos, llena de carcajadas en otros momentos.
Y me ha recordado que nos conocemos ya hace 12 años. Ufff, cómo pasa el tiempo!!.

En su próximo viaje, ha propuesto que nos veamos, en Junio.

- Y nos tomamos algo, niña. En el bar aquél al que íbamos siempre. Por los viejos tiempos. Como en los viejos tiempos.

Se me antoja que los viejos tiempos volverán esa tarde a no ser tan viejos. A no estar tan lejos. Y ya se cómo acabará todo. Reviviendo todo lo que queríamos enterrar, volviendo a tropezar donde dijimos que no lo haríamos, saboreando algo que creíamos pasado, superado.
Lo que más me gusta de la idea es que sé qué va a pasar. Y lo deseo. Me apetece. Quiero que pase. Aunque me vaya con el regustillo amargo de que no sé si ha sido dar un paso atrás o uno adelante en la falsa dirección. Aunque a sus ojos asome esa mirada que me dice sin palabras: "¿qué hubiera sido de nosotros si las cosas hubieran sido de otra manera?".

Pero sé que no podré resistirme a su encanto, a su forma de mirarme, a su "qué guapa vienes hoy, niña". Y en el piso, las cosas volverán a ser como en los viejos tiempos, sexo del mejor que he tenido en mi vida.
Así que sí, me apetece. Por los viejos tiempos.

9 comentarios:

  1. Tropezando y volviendo a tropezar con la misma piedra. Haces bien si te sabe bien...

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  2. Yo también tengo alguien con quien no puedo evitar caer en la tentación...

    Lo del gorro de la piscina debería de estar prohibido...


    Un beso

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  3. Sobre todo no te pongas para la cita el gorro de nadar.

    Besos

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  4. CNLS...
    hay piedras que te incitan a tropezar.

    Mónica...
    hay tentaciones que son difíciles de evitar.

    Nadia...
    el gorro no tenía pensado ponérmelo. Pero las gafas de natación sí. Jajaja.

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  5. Pues simplemente disfruta de lo que te apetezca en el momento "niña" ;)

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  6. Bonita historia!!!

    Creo que se como acabará ese día que quedéis. Disfruta y deja disfrutar que no hay duda que os lo pasaréis como aquellas mañanas/tardes/noches...

    Besos desde Reijkiavik

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  7. Hay piedras que no lastiman cuando hacen tropezar de nuevo... incluso la caída es más placentera

    Besos

    PD. Muy buenos relatos, detallas perfectamente cada momento

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  8. Por los viejos o los nuevos tiempos, siempre es apetecible retomar una vieja amistad y más con el sabor tan dulce que impregnas este texto.

    Besos

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