miércoles, 15 de abril de 2009

Traje

El otro día me preguntaban: "¿tanto hace un traje? Porque las tías me miran distinto cuando voy en traje".

Yo hablo por mí, las demás no sé.

Yo siempre he trabajado con gente en traje. Será por mi curro. Y un tío, en traje, que sepa llevarlo (no me sirve uno que con traje está como un elefante en una convención de hormigas), que tenga percha...uffff. A mí me pone. Mucho, de hecho.

Me pone aún más si encima es alguien que he visto también con otra ropa más informal.

Creo que hay gente que le llama a eso la erótica del poder. No sé cómo se llama pero me encanta.

Esos pantalones de traje que marcan cada curva del culo y que por delante son incapaces de esconder una erección. Una camisa y una corbata. Y una buena percha.
Yo con una falda y una camisa o un traje o un vestido de ésos que se suponen que son serios, que son para el trabajo, que son para dar buena impresión e ir elegante. Pero el primer botón de la camisa se abre, deja adivinar dos curvas que se unen formando un canalillo que se pierde dentro de la blusa. Unos tacones altos que estilizan y van marcando el ritmo de mis caderas al andar.

Y, no lo puedo evitar, ya me entran ganas de entrar en su despacho. De ponerme de rodillas y sacar su polla del pantalón para llenarla de mi saliva.
Miro hacia arriba, le veo aflojarse el nudo de la corbata en un gesto tan sexy que me pierde.
Me levanto, me siento sobre la mesa, los pies me cuelgan, mi falda irremediablemente se desliza por la seda de las medias y se sube hacia arriba, pongo mi mano sobre su cabeza, como pidiéndole que busque con la boca esa humedad que tanto desea. Y le veo allí, de rodillas, lamiendo mi coño mientras mis tetas luchan por salir de la opresión del sujetador. Se incorpora, con rastros de mi humedad alrededor de su boca, busca mis pezones que yo ya he sacado de mi camisa y me arrastra de manera que mi culo queda en el borde de la mesa. Me folla mientras me agarra del culo y embiste con fuerza. Me abrazo a su cuerpo, beso su cuello, busco su boca. El suave tacto de su corbata me roza el pecho. Y nos fundimos en un orgasmo que nos deja sin aliento unos segundos.

Esta fantasía no quedaría tan bien si él fuera en vaqueros y yo con camiseta no?

7 comentarios:

  1. lastima que no tenga secretaria ni subordinada que piense así...

    ResponderEliminar
  2. Ay que voy a ser de vaqueros y camiseta.

    Besos guapa y estilizada mujer fatal

    ResponderEliminar
  3. A mi me encantan los tíos con traje, no puedo resistirme...
    Mi último novio llevaba traje a diario por trabajo y por las mañanas me volvía loca. Y por las noches...

    Un beso grande

    ResponderEliminar
  4. Pues hoy mismo voy con un bonito traje. Negro con unas rayitas muy finas blancas. Vamos, lo que se dice de raya ejecutiva, no? Un traje Armani que me viene fenomenal. Camisa blanca con una corbata con unas rayas en diagonal de distintos tonos de azul, la verdad es que es muy bonita. No estarás por estos lares.......no?

    Un beso muy grande

    Siempre quedará Reijkiavik

    ResponderEliminar
  5. fantasiar y despues ser bien cogida es una cosa divina. Hmmmm

    ResponderEliminar
  6. Y también es interesante cuando la otra parte puede elegir tu indumentaria o imaginar entre ambos el juego...

    ResponderEliminar
  7. CNLS...
    pide que me contraten en tu curro pero no de secretaria, mejor de jefa tuya que me da más morbo. Jajaja

    Nadia...
    ser de vaqueros y camiseta no es malo, eh?. Pero en mi curro no se puede ir en camiseta. Ahora, no negarás que un tío en traje tiene su qué sé yo-yo qué sé que pone a tono, no?

    Mónica...
    coincidimos de nuevo. Tenemos los mismos gustos. No quiero saber cómo eran esas mañanas y esas noches!

    Reijkiavik...
    te leo tarde. Si no, quién sabría lo que podría haber sido? Jeje

    Valan...
    por una parte está bien imaginar el juego entre ambos, por otra parte, la improvisación tiene su punto

    ResponderEliminar

Susurra lo que te apetezca...