domingo, 13 de febrero de 2011

Ese sabor tan tuyo

Aún intenta mi respiración volver a un ritmo normal. 

Mi pecho se hincha y los dedos de mis pies intentan acostumbrarse a estar estirados después de una increíble noria de sensaciones que me han dejado casi sin resuello. 
Tantas veces se ha repetido este momento y me sigue sorprendiendo como la primera vez que conozcas con tal precisión todos los caminos que me llevan al orgasmo. 

Me miras, sonríes con ese gesto tan tuyo y te levantas de la cama. Vas a tu cazadora en un rito que se repite siempre. Recopilas todo lo necesario de distintos bolsillos y vuelves a la cama.
A veces es maría, a veces una piedra, a veces aceite de hachís. 
Te tumbas de nuevo a mi lado, semiincorporado, y mientras hablamos o reímos, tus dedos se mueven a una pasmosa velocidad, los tendones de tus antebrazos se marcan a través de la piel mientras te preparas el peta. 
¡Estás tan sexy así!

Lo has hecho deprisa pero ha quedado perfecto, ladeas la cabeza, enciendes el mechero, colocas la mano alrededor protegiendo la llama, aspiras. Mil veces te habré visto hacerlo y otras mil veces me encantaría volver a verte hacerlo. 
El olor se expande por la habitación, el humo asciende dibujando formas abstractas, yo te miro y podría pasarme así una vida entera de las siete que dicen que tenemos todas las gatas como yo.

Invariablemente, inmune a todos esos millones de veces que te he dicho que no, como si me dieras la oportunidad de cambiar de opinión, me miras echando el humo hacia arriba, el peta entre tu dedo pulgar y el corazón, cogido por el borde, extiendes el brazo hacia mí y dices: 

- ¿Quieres? Ya, ya sé que siempre dices que no, pero por si acaso cambias de opinión...

Yo vuelvo a decir que no, meneo la cabeza sonriendo. 
No quiero.
Ninguna droga, ninguna sustancia va a provocarme lo que me provocas tú. 
Mi relajación, mi mundo aparte, mi universo paralelo, mi arco iris de colores eres tú cuando me haces gozar. No necesito nada más. 

- Yo tampoco necesito nada más. No es eso. Es que relaja. - me dices. 

- No te relajes demasiado, voy a querer repetir. 

- ¿Alguna vez me he relajado demasiado estando contigo? Mira que si empiezas a decir tonterías, te mato a cosquillas!. 

- Vale, vale, nunca te has relajado demasiado. La verdad es que eres el amante más fiable que he tenido nunca, aún no he oído nunca de ti un "no puedo más", estás hecho un chaval, jaja. 

- Y eso con la mala vida que llevo... - dice mientras se ríe y le salen esas arrugas alrededor de los ojos. Creo que nada me gusta tanto de él como eso. Desde el primer día. 

- A pesar de la mala vida, tienes un cuerpo para el delito, eh?. Eso sin mencionar...ejem...otras cosas - susurro esto último mientras la uña de mi dedo índice baja del ombligo al pubis y se dirige al muslo.

- Ya verás en cuanto dé un par de caladas más, que no haces más que provocarme - me reta con esa cara de morbo que podría derretirme de deseo, aquí, ahora, sin ni siquiera tocarme. 

Unas caladas más tarde, deja el peta en el cenicero, se acerca a mí y me besa.
Le sabe la boca a porro. Cuando estoy con él, ese sabor me despierta el deseo. Lo asocio a esa calidad de sexo que es difícil de encontrar por ahí. 
Me deja su sabor en la boca y va perdiéndose por mi cuerpo para tatuarme ese sabor en la piel, en los pliegues de los que no quiero que salga. 

Sé lo que viene ahora y lo estoy deseando. 

13 comentarios:

  1. Nada mejor que el sabor del deseo, se oculte donde se oculte, en un porro o en un pliegue de tu falda.

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  2. me alegro que el sabor de porro te excite ,pòrque deja una boca de estropaljo NO?
    un beso y me encantan estos relatos tan excitantes...

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  3. Con cada relato me trasladas a momentos vividos en mi vida... me encanta q lo hagas, me encanta leerte
    aniTa

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  4. Sabes que me encanta como escribes? jejeje y ademas de eso me da mucha envidia porque detras de cada relato esta un hecho real...

    Una vez más enhorabuena susurradora...

    Jean-Claude

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  5. al mío, le sabe la boca a nicotina, y eso también me despierta el deseo

    por qué será?

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  6. Ahora el que se entrega soy yo, me has puesto la piel de gallina...

    Sublime

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  7. Ese sabor único que lleva a otros sabores todavía más intensos.

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  8. Me encanta leerte!! eres fantastica!!
    Un besote!

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  9. Carlos...
    En él el deseo sabe a porro.

    Armandozzz...
    Lo bueno es vivirlo.

    Xana...
    No me excita ese sabor sino lo que mi cerebro asocia a él.

    Anita...
    Me gusta avivar tus recuerdos.

    JeanClaude...
    No tengas envidia, que tú no tienes de qué quejarte.

    ShangYue...
    Porque lo que nos despierta el deseo no es el sabor sino lo que sabemos que eso trae consigo.

    Seiky...
    Me gusta provocar sensaciones.

    Lydia...
    Los sabores intensos de después son aún mejores, jeje.

    Pepita...
    Me abrumas, ¿qué te contesto a eso?

    Marina Miau...
    Lo mismo pienso yo cada vez que te leo.

    Besos a todos.

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  10. joder me suena a mis buenos... o malos tiempos, tú y yo nos conocemos?

    yo mismo

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  11. Yo soy Aquel...
    pues no sé si nos conocemos. Por el nombre de Aquel, seguro que no. Jaja.

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