jueves, 3 de febrero de 2011

Canciones

No escucho música, no tengo música en casa, no oigo música en el coche, la música me deja bastante indiferente.
Pero cuando alguna vez oigo esas canciones, me acuerdo de él. Cantándomelas al oído en un autobús de vuelta de nuestro primer viaje juntos, cuando aún no tenía mi dinero, cuando aún miraba los precios antes de meterme en un bar, cuando nada en la vida me importaba menos que eso, cuando todo lo que me hacía feliz estaba allí, a mi lado, pegado a mí, cuando aún no te había dicho te quiero pero esas dos palabras ya me quemaban en la punta de la lengua.
Y se me pone aún la piel de gallina. Se me encoge el corazón al rememorar la magnitud de aquel sentimiento que parecía imbatible, que se me antojaba eterno en mi tierna inocencia de entonces.

Luego, unos años después, aquellos meses horribles, los días pasando sin que pasara nada, la tristeza en el bolso y una piedra en el estómago, los ojos acuosos. Moviéndome arrastrada por la marea de gente en el metro, ahogada en cada paso que daba sin dirección. Una ciudad enorme y sin embargo, cada recoveco llevaba tu nombre. Ningún bar cerraba lo demasiado tarde, ninguna barra me dejaba olvidarte, ninguna copa (y fueron muchas) me hacía perder la memoria.
Un día tras otro, ahogada, sin aire, en las calles donde un día anduve contigo, ratos vacíos que antes pasaba contigo. Y mi gente sin saber qué decirme, sin saber cómo sacarme de ahí. Yo buscando una salida para no enloquecer, preguntándome cada segundo qué había fallado, durmiendo cada día en una habitación llena de tus recuerdos, viendo la foto que nunca me atreví a dar la vuelta.
Meses en los que no pisé determinados lugares ni escuché ninguna de esas canciones, meses en los que sonreía sin sonreír porque la pena me aturdía.
Y ninguno era tan bueno como tú, nadie merecía tocar lo que aún seguía sintiéndose tuyo, nadie tenía tus ojos ni tu voz.
Un trozo de papel a merced del viento, una marioneta a la que dirigen, una figura de cera, una convidada de piedra, un mar de dudas y un montón de decisiones por tomar que no tomaba porque me faltaban las fuerzas. Buscando una salida pero sin poder moverme de la silla. Ésa era yo.
Lo peor era saber que había tomado la decisión correcta pero que eso no me hacía más feliz porque no sabía cómo seguir sin ti.

Con la perspectiva del tiempo sé que todo pasa y todo se cura. Pero al oír esas canciones se me sigue poniendo la piel de gallina.


15 comentarios:

  1. Sin palabras.... no creo que haya mejor forma de expresar algo tan intangible y personal como el desamor... has hecho bello algo muy doloroso....


    Muchos besos...


    Jean-Claude

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  2. He revivido muchas cosas leyéndote... me has dejado muda...
    Yo es que hay canciones que aún no consigo escuchar...
    aniTa

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  3. Aún no pudiendo concebir cada recuerdo sin su correspondiente música puedo entender el vacío que describen sus lacerantes renglones.

    Todo pasa, Lady y lo que no se cura se mitiga con el tiempo. Aunque nos cueste de vez en cuando sentir cómo se nos eriza la piel ante ciertas canciones.

    Besos.

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  4. Mi vida tiene banda sonora. Me resuenan las canciones dento de la cabeza hasta enloquecerme. Da igual Bethoven, Dyla, Bach, Rolling, Costello, Amy the great... enloquece. Tal vez mejor indiferencia.

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  5. Pues en mi caso.......siempre me ha acompañado en cada momento una canción.....la banda sonora de mi vida.

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  6. Y yo que pensaba que nosotras no sufriamos por amor! :P
    Quien lo diria! nunca te habia imaginado hablando de una historia como esta, aunque no serias persona si no lo hubieras vivido. Me encanto leerla.
    Creo que todo el mundo tiene canciones que le traen recuerdos.
    Espero no sea una mala epoca! Un besazo enoooorme!!

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  7. Te entiendo, nunca he vuelto a escucharla y no creo que lo haga. Aunque el tiempo todo lo calma sigo cambiando de emisora cuando la oigo.

    Supongo que ésto sólo será un día de "esos", pero aún así te envió unas cosquillitas. Hacen sonreir.

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  8. Seguro que pasa no?
    yo escribi un post hace poco sobre este sentimiento que llame ARCADA
    y es que las canciones te transportan en el tiempo y algunas duelen
    y lo que duele tomar ladecision correcta que implica dejar el amor
    ¡uff
    un beso

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  9. La carne de gallina me la has puesto tú contándome tu desamor. La música, como los olores, tienen un poder evocador fascinante, pero a veces también doloroso.
    Un besito

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  10. jejeje me sigue encantando..pasate por mi nuevo blog a ver si te gusta

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  11. lo bueno de los años es que curan las heridas, lo malo de los besos es que crean adicción...

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  12. You are:

    "Strumming my pain with your fingers
    Singing my life with your words.
    Killing me softly with this post, killing me softly with his post.
    Tell them my all life with this words.
    Killing me softly with this post...


    Kizezzzz

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  13. JeanClaude...
    Bello pero en su momento dolió, dolió muchísimo.

    EspirituZen...
    Pues también ésta de esta entrada soy yo.

    Anita...
    Entonces entiendes a lo que me refiero.

    Beau Brummel...
    Todo pasa pero esa herida aún escuece cuando oigo determinadas canciones.

    Bellaluna y Nasty...
    Yo puedo pasar sin banda sonora.

    Anónimo...
    Gracias.

    Pepita...
    Pasó hace tiempo. Y sí, aunque sorprenda, yo también soy de carne y hueso.

    El Guardián del Faro...
    Gracias por las cosquillitas. Ya no duele, ahora sólo escuece, pasó hace tiempo.

    Xana...
    Qué razón tienes! Sabes que es lo correcto dejarlo pero no puedes evitar estar triste por ello.

    La niña mala...
    La música en este caso duele.

    Rdimichelle...
    Me alegro de seguirte gustando.

    Marina Miau...
    Siempre tienes la frase perfecta. Aquellos besos creaban demasiada adicción.

    Sam Mezylv...
    Me dejas sin palabras.

    Besos a todos.

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