lunes, 1 de marzo de 2010

Sumisa sin saberlo

A raíz de una campaña publicitaria contra el tabaco en Francia, concretamente para evitar que los jóvenes empiecen a fumar, los publicistas han tenido la brillante idea de comparar el tabaco con el sexo oral. (Aquí ya me he perdido).
El lema es "Fumar significa ser esclavo del tabaco". Vale, pero la foto de una chica o un chico de rodillas con un cigarro en la boca como si fuera el pene de un hombre que les sujeta la cabeza imitando una escena de sexo oral, sigo sin pillarlo.
Dado que debe ser que algunos deben ser tan tontos como yo, los amables publicistas nos han explicado el sentido...
Para ellos está claro el significado porque (en sus palabras) "el sexo oral es el símbolo más perfecto de lo que significa la sumisión".

Dios, casi 30 años para descubrir que soy sumisa por lo del sexo oral además de esclava por fumar. ¿Qué hubiera sido de mi vida si estos amables franceses no me hubieran explicado que me gusta la sumisión?


Si por sumisión se entiende que me encanta el sexo oral, que creo que hay pocas sensaciones mejores que sentir cómo doy placer a otra persona con la boca, mover mi lengua lamiendo el capullo, sentirlo rozando el fondo de mi boca, notar cómo ese músculo crece, la sangre se aglutina y se endurece en mi boca, oír sus gemidos, saborear cada segundo de lo que estoy haciendo, experimentar placer con ello, tanto que a veces he llegado a correrme viendo disfrutar a la otra persona, ver sus muecas de placer y por fin sentir la leche subiendo en descargas de placer, en oleadas a mi boca y derramarse en ella como un huracán que consigue mojarme al instante, saborear cada gota, enloquecer con su expresión de placer...sí, soy sumisa.

Y a mucha honra.
Porque me siento bien cuando lo hago, porque me encanta hacerlo, porque fantaseo a menudo con hacerlo, porque disfruto cada segundo que dedico a ello, porque me gusta esa sensación, porque creo que pocas cosas gratis en la vida dan tanto placer siendo tan fáciles de llevar a cabo, porque me vuelve loca ese sabor cayendo por mi garganta...
Además, como debe ser que soy rara según los parámetros de los publicistas franceses antitabaco, no me siento sometida sino más bien al revés, siento que tengo un poder que disfruto teniendo, sabiendo que la otra persona está bajo mi control, entregado a mi lengua, sometido a mis movimientos, atado a la sensación que le provoco.
Y ya encima si después me puedo fumar un cigarro, ufff, me sabe fenomenal.
Así que esclava y sumisa. Y tanto tiempo sin saber que tenía esas inclinaciones!!.
Gracias, señores publicistas, por dar luz a mi vida.

14 comentarios:

  1. Bueno, ¡¿y que mejor que 'un francés' para decidir si el sexo oral es sumiso o no?! jejej

    Abrazos.

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  2. Muy bien dicho, si señora!!! estos franceses... además encima que lleva su nombre!!!.
    Genial amiga.

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  3. Es que no hay cosa más excitante como saber que estás haciendo que tu pareja se eleve al 7º cielo y no conozco un elevador mejor que una buena mamada ...

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  4. Nena, pues yo a estas alturas también descubro que soy sumisa y esclava...
    Quien me lo iba a decir!

    Besos guapa

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  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  6. Tu sumisión ..divina, tu esclavitud ... no tanto. En cualquier caso, estoy contigo, los franceses no tienen ni puta idea de casi nada. Besos

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  7. Desde luego algunos publicistas parten de teorías que no han debido practicar, porque el día que lo prueben, se darán cuenta que la dependencia es la misma, pero no los efectos secundarios, que aunque sea adictivo, es cada vez más placentero y te da más salud.
    Corréctisima la apreciación de la sensación de poder, desde luego y nada de sumisión.
    Viva el sexo oral, que no provoca cancer...

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  8. En cierto sentido, todos podemos ser clasificados como "sumisos" de una adicción sea cual fuere...

    Aunque las conexiones entre el fumar y el sexo oral nunca se me habían pasado por la cabeza...

    ¡Un beso!

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  9. Hay que situar el contexto cultural, me temo. En determinadas sociedades, se asocia la reclinación y que te tomen de la cabeza para darte con todo lo gordo más como humillación que como disfrute o complicidad. Del mismo modo, recuerdo una grandiosa conversación de dos amigas en que una decía que el sexo oral era un asco, a lo que la otra replicó que en efecto, un asco muy rico.

    Besos con la dosis justa de perversión

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  10. atado a la sensación que provocas, así nos tienes, atados.
    Que viv el sexo oral

    Besos

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  11. Jauroles...
    Ni que lo digas. Y yo ya lo he desucbierto, soy sumisa.

    Espirítu Zen...
    Precisamente los menos indicados.

    Truk...
    Mmm, qué hay mejor que dar placer y más con la boca, notando su placer crecer en tus labios?

    Mónica...
    Te pasa como a mí, toda la vida sin saberlo. Menos mal que ahora ya sabemos a qué atenernos.

    Granaino...
    Busca bien que hay muchas sumisas. Y cuidado con los plomos...

    El octavo pasajero..
    De sumisión no tienen ni zorra.

    Lydia...
    El día que lo prueben descubrirán un mundo nuevo.
    Y sí, yo en ese momento me siento más poderosa que sometida.

    Juancho...
    Yo soy adicta al sexo.

    Hyku...
    A mí me parece muy rico y no un asco. Jajaa.

    Martín...
    Me gusta atarte

    La brisa de la noche...
    Un gustazo!

    Observando alrededor...
    Me alegro de que consiguiera transmitirte la sensación.

    Besos

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  12. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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