- Vamos a un bar que estuve el otro día con las de mi curro y que está fenomenal. - dice mi amiga.
Una ciudad con 5 millones de habitantes. Casi otros tantos bares. Y resulta que o bien se ha corrido la voz, o este bar está de moda o las casualidades del destino me están tendiendo una trampa.
Entramos. En la esquina de la derecha reconozco a mi compañero de cama de hace unos días con sus amigos. Hoy he salido con mis amigas así que me hago la despistada porque no me apetece explicar quién es y qué relación me une con él. Al acercarnos a la barra, descubro que estamos a punto de ubicarnos al lado de otro de mis amantes con su flamante novia que me reconoce y para disimular me pone cara de "por-favor-por-favor-que-nadie-note-que-nos-conocemos" como si esperara que me fuera a tirar a sus brazos con un "darling-te-echo-de-menos" así que convenzo al grupo para buscar otro sitio donde pedir las copas.
Pero vamos a ver, ¿no habrá bares en Madrid como para que me tenga que encontrar en este reducido espacio a dos íntimos conocidos?.
- Tía, ése del fondo, menudo ficha te ha hecho.
Ya, es que su polla y yo somos íntimas. - pienso pero no lo digo. En vez de eso digo:
- Ni idea.
El móvil no para de iluminarse con whatsapps.
"Qué casualidad!! Me has visto? Estoy al lado de la puerta en el mismo bar que tú". - me escribe el que está con sus colegas
"Ya, ya, pero paso de hacer macropresentaciones grupales. Tú y yo congeniamos mejor en la intimidad".
Bip bip. "Qué fuerte! Tía, que no note mi novia que me conoces, por favor".- me escribe el de la novia.
"Tranqui que no quiero tirarme de los pelos con ninguna novia despechada".
Mis amigas: "Quién te escribe tanto?"-me dicen.
- Nada, es que este bar está muy concurrido. Jaja-digo con sonrisa cómplice.
- ¿Nos pedimos otra copa? - dice mi amiga.
- No, no, mejor vamos a otro bar que no esté tan de moda, anda.
- Jaja, pero qué putón estás hecha!!. Vamos a otro bar.
Y nos fuimos a otros bar con la correspondiente tanda de mensajes de "me daba morbo que estuvieras aquí aunque no hiciéramos nada" y el otro que decía: "Si te quedas por la zona, pásate luego por mi casa que ya sabes la dirección y yo en un rato me voy para allá". Y a este último mensaje no me pude resistir, jeje.
- Os ha molado el bar entonces o no? - dice la que ha tenido la idea de ir.
- Puff, pues si te digo la verdad, yo prefiero los bares anónimos donde no me encuentro a nadie conocido. Jaja
Pero vamos a ver, ¿no habrá bares en Madrid como para que me tenga que encontrar en este reducido espacio a dos íntimos conocidos?.
- Tía, ése del fondo, menudo ficha te ha hecho.
Ya, es que su polla y yo somos íntimas. - pienso pero no lo digo. En vez de eso digo:
- Ni idea.
El móvil no para de iluminarse con whatsapps.
"Qué casualidad!! Me has visto? Estoy al lado de la puerta en el mismo bar que tú". - me escribe el que está con sus colegas
"Ya, ya, pero paso de hacer macropresentaciones grupales. Tú y yo congeniamos mejor en la intimidad".
Bip bip. "Qué fuerte! Tía, que no note mi novia que me conoces, por favor".- me escribe el de la novia.
"Tranqui que no quiero tirarme de los pelos con ninguna novia despechada".
Mis amigas: "Quién te escribe tanto?"-me dicen.
- Nada, es que este bar está muy concurrido. Jaja-digo con sonrisa cómplice.
- ¿Nos pedimos otra copa? - dice mi amiga.
- No, no, mejor vamos a otro bar que no esté tan de moda, anda.
- Jaja, pero qué putón estás hecha!!. Vamos a otro bar.
Y nos fuimos a otros bar con la correspondiente tanda de mensajes de "me daba morbo que estuvieras aquí aunque no hiciéramos nada" y el otro que decía: "Si te quedas por la zona, pásate luego por mi casa que ya sabes la dirección y yo en un rato me voy para allá". Y a este último mensaje no me pude resistir, jeje.
- Os ha molado el bar entonces o no? - dice la que ha tenido la idea de ir.
- Puff, pues si te digo la verdad, yo prefiero los bares anónimos donde no me encuentro a nadie conocido. Jaja