Mis hormonas han dado un golpe de estado. El que dan de vez en cuando antes de que me venga la regla.
Así que tengo cambios de humor como una veleta, paso de la euforia a la melancolía en milisegundos, las lágrimas ruedan a ratos por mis mejillas sin que sea capaz de decidir si son de risa o de pena (a pesar de no tener ninguna razón para estar triste), me duele la cabeza, a ratos estoy hipercachonda y a ratos apática sexualmente y tengo las tetas hinchadas y muy sensibles.
Yo no digo que tenga sentido, ni siquiera digo que tenga razón o que haya que comprenderme, pero es así. No lo puedo cambiar. No me aguanto ni yo. Y hoy es lo que hay.
Como me conozco, hoy no he hecho planes. Me he quedado en casita, me he bañado hasta que se me ha arrugado la piel, me he dado crema, me he hecho un peeling y he decidido cenar viendo lo más estúpido que he encontrado en la TV para distraerme. A pesar de ser una comedia (o lo que los americanos definen como una comedia con risas enlatadas que nos dicen cuándo hemos de reírnos), una frase tonta ha hecho que me corrieran lágrimas por las mejillas. No por nada en realidad, nada concreto, sólo porque sí.
Como me he dado cuenta de lo ridículo de la situación, me ha entrado la risa, una risa que se ha convertido en carcajadas al ver mi imagen de loca desencajada reflejada en el cristal de la ventana.
Los gatos se han escondido detrás del sillón, por si acaso.
Total que, en medio de este proceso, me llega un mensaje al móvil.
- La última vez no pudimos vernos, cuándo te voy a ver?
Y como estoy susceptible y creo leer un pequeño reproche que no me gusta nada en el tono en el que está redactado pero como en realidad no tengo derecho a pagar mi mal humor con nadie, no contesto.
10 minutos. Otro mensaje.
- No me has contestado. No me vas a contestar?
Ufff, respiro hondo. Odio que me agobien, que me pida explicaciones alguien que ha follado conmigo como si eso le diera derechos sobre mí. Que me pida explicaciones quien no tiene derecho a recibirlas.
Respiro hondo. Contesto:
- Ya hablaremos, hoy no es buen momento.
13 minutos más tarde. Bip bip. Otro mensaje.
- Es que yo quiero hablar hoy. Te llamo?
Ya, y yo quiero un chalet en las Seychelles, jubilarme rica a los 33 y follarme a Brad Pitt. Pero así es la vida, no siempre tiene uno lo que quiere.
Joder! Luego tengo fama de borde, se me critica porque dicen que soy seca pero es que CUÁL ES LA PARTE QUE NO HAS ENTENDIDO DE HOY NO ES BUEN MOMENTO??.
Respiro hondo 5 veces.
- HOY NO ES BUEN MOMENTO. Mañana te llamo.
Uff, creo que lo mejor es que me ponga la peli de los días tontos.
Así que tengo cambios de humor como una veleta, paso de la euforia a la melancolía en milisegundos, las lágrimas ruedan a ratos por mis mejillas sin que sea capaz de decidir si son de risa o de pena (a pesar de no tener ninguna razón para estar triste), me duele la cabeza, a ratos estoy hipercachonda y a ratos apática sexualmente y tengo las tetas hinchadas y muy sensibles.
Yo no digo que tenga sentido, ni siquiera digo que tenga razón o que haya que comprenderme, pero es así. No lo puedo cambiar. No me aguanto ni yo. Y hoy es lo que hay.
Como me conozco, hoy no he hecho planes. Me he quedado en casita, me he bañado hasta que se me ha arrugado la piel, me he dado crema, me he hecho un peeling y he decidido cenar viendo lo más estúpido que he encontrado en la TV para distraerme. A pesar de ser una comedia (o lo que los americanos definen como una comedia con risas enlatadas que nos dicen cuándo hemos de reírnos), una frase tonta ha hecho que me corrieran lágrimas por las mejillas. No por nada en realidad, nada concreto, sólo porque sí.
Como me he dado cuenta de lo ridículo de la situación, me ha entrado la risa, una risa que se ha convertido en carcajadas al ver mi imagen de loca desencajada reflejada en el cristal de la ventana.
Los gatos se han escondido detrás del sillón, por si acaso.
Total que, en medio de este proceso, me llega un mensaje al móvil.
- La última vez no pudimos vernos, cuándo te voy a ver?
Y como estoy susceptible y creo leer un pequeño reproche que no me gusta nada en el tono en el que está redactado pero como en realidad no tengo derecho a pagar mi mal humor con nadie, no contesto.
10 minutos. Otro mensaje.
- No me has contestado. No me vas a contestar?
Ufff, respiro hondo. Odio que me agobien, que me pida explicaciones alguien que ha follado conmigo como si eso le diera derechos sobre mí. Que me pida explicaciones quien no tiene derecho a recibirlas.
Respiro hondo. Contesto:
- Ya hablaremos, hoy no es buen momento.
13 minutos más tarde. Bip bip. Otro mensaje.
- Es que yo quiero hablar hoy. Te llamo?
Ya, y yo quiero un chalet en las Seychelles, jubilarme rica a los 33 y follarme a Brad Pitt. Pero así es la vida, no siempre tiene uno lo que quiere.
Joder! Luego tengo fama de borde, se me critica porque dicen que soy seca pero es que CUÁL ES LA PARTE QUE NO HAS ENTENDIDO DE HOY NO ES BUEN MOMENTO??.
Respiro hondo 5 veces.
- HOY NO ES BUEN MOMENTO. Mañana te llamo.
Uff, creo que lo mejor es que me ponga la peli de los días tontos.