domingo, 26 de septiembre de 2010

Resaca

El gato me salta encima para avisarme de que es su hora del desayuno. Tengo una resaca infernal. Seguro que me volvieron a sentar mal los hielos de la copa. Jaja.

Doy de comer a los gatos, vuelvo a la cama, allí está él tumbado, dormido, con la sábana dejando al aire su espalda. Me encantaría hacer un bis de anoche pero la resaca me puede, tengo la lengua como el esparto. Me lavo los dientes, me acuesto otra vez.


Han debido pasar unas horas, no sé qué hora es porque tengo la persiana cerrada a cal y canto pero debe ser tarde porque mi cuerpo ha digerido el alcohol. Me giro, estoy sola en la cama. Oigo la ducha. A los 3 minutos aparece, envuelto en una toalla alrededor de la cintura. Indescriptible lo sexy que está con la toalla así ajustada contra sus nalgas y marcando.
No puede ser...recién despierta, resacosa y sólo de verle ya me entran ganas.

Me pone esa carita que lo dice todo. Se acerca a mí, huele tan bien!!. Me besa en el cuello, me está encantando, me pasaría así horas. Me calienta, el cabrón sabe cómo hacerlo. Demasiado bien diría yo incluso.

Llega el punto en el que me ha puesto tanto que quiero devolvérselo.

Le tumbo en la cama bocabajo y le beso despacito, la espalda, los hombros, la nuca, recorro la columna con mi lengua, le hago cosquillas en los costados. Retiro la toalla que aún cubre parte de su culo, mordisqueo sus nalgas, separo los cachetes y soplo, sólo un poco de aire pero un escalofrío le recorre el cuerpo, se le pone la piel de gallina.

Mi lengua empieza a recorrer el camino por la parte interna de las nalgas, voy dejando caer saliva hacia la sima a la que me dirijo.

Primero sólo un pequeño roce de la punta de mi lengua, que pierde un rato en sus huevos, luego el trayecto entre sus huevos y su culo, por fin la puntita de mi lengua horadando el orificio, haciéndose hueco, entrando como una culebrilla que se mueve sin parar y se va abriendo camino.

Oigo sus gemidos apagados por las sábanas contra las que tiene apretada la cara. Esos gemidos que no se pueden fingir, los que salen de los más hondo, esos gemidos roncos pero agudos que le salen de la garganta, ésos que me vuelve loca oír, los que emite cuando está muyyy cachondo.

Mi lengua entra y sale y juega y el agujero se dilata y él gime más mientras se retuerce de placer entre las sábanas. Intenta girarse pero no le dejo, quiero seguir.
Y levanta un poco el culo y sus manos tensas aprietan las sábanas y yo sigo, dejo caer más saliva e introduzco poco a poco un dedo, lo muevo tocando el punto que le enloquece.
Yo estoy tan mojada que la cama debajo de mí tiene un reguero de mi placer.

Gira la cabeza y dice que si sigo va a correrse. Lo dice como si fuera una amenaza pero precisamente es lo que estoy deseando.
Le digo que se ponga a 4 patas. Me incorporo un poco y sigo alternando mi lengua y mi dedo en su culo mientras con la otra mano, agarro su polla y le masturbo, cuando mi dedo está dentro de él aprovecho para recorrer con mi lengua sus huevos, duros, llenos, a punto de descargar.

Ya no son gemidos, son gritos los que escapan de su garganta, jadeos incontrolables, sonidos guturales y placenteros.

Aumento el ritmo, quiero enloquecerle. Noto las contracciones que empiezan en su culo, los huevos palpitantes.
Segundos después, se corre, en mi mano y cae rendido de placer en la cama. Me mira de reojo mientras yo lamo mi mano, limpio cada gota de elixir mirándole, deleitándome en imaginar la cara de puta que debo tener ahora mismo.
Creo que ya no tengo resaca.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Rutina

Dice mi amiga que está un poco aburrida con su novio, que se ha instalado entre ellos la rutina, que follar se ha convertido un poco en un trámite.

Y yo le digo que por qué no se encarga de sacar la rutina de su relación, que le sorprenda, que le mande un sms picante al curro, que le espere desnuda en casa cuando él llegue, que no le deje moverse mientras le cuenta al oído la historia más cerda, más morbosa que sea capaz de inventarse, que se compre un disfraz de colegiala y se haga un par de trenzas, que se meta en la ducha con él para que vaya con una sonrisa al trabajo, que se lo lleve a cenar y le diga que no se ha puesto ropa interior, que se lo folle en plena calle como cuando no tenían casa, que se compre un body o un conjunto de ropa interior que le quite el hipo en el que se le transparenten los pezones y le haga un baile sensual, que compre una cuerda y le ate a la cama mientras ella se masturba para él y luego le folla, que se tiren un fin de semana en casa sin salir follando sin parar, que le escriba un mail al curro diciéndole todo lo que tiene ganas de hacerle para que por la noche llegue con más ganas, que se embadurne de nata o de chocolate y le deje comérselo todo, que se ponga de rodillas en mitad de la cena y le haga una mamada que le de igual si el filete se queda frío, que cuando estén con más gente le susurre al oído que se muere por irse a casa y follarle, que montados en el coche le vaya tocando para ponerle a mil, que le espere en la bañera llena de espuma o a 4 patas en cualquier sitio cuando él vuelva de comprar el pan, que se lo tire en cualquier rincón mientras sacan al perro, que le mire a los ojos y le diga que tiene ganas de ser su puta por una noche, de cumplir todos sus deseos y que con todo eso le anime a que él se suelte también más.
Eso es lo que haría yo.

Dice que "ufff, nena, yo curro muchas horas, estoy muy cansada y además estamos en un punto de la relación en el que ya hay cosas que no pegan".


Jajaja, yo también curro muchas horas y viajo mucho y necesito dormir pero todo eso no me quita las ganas de follar y hay mil pequeños detalles que no cuestan nada y evitan la rutina.

Y no conozco ese punto de la relación en el que hay cosas que no pegan. ¿Qué punto es ése? ¿Cuando llegas cansada del curro no cenas, no te limas las uñas, no te duchas cada día, no hablas por teléfono, no sacas al perro? Sí. ¿Pero para invertir tiempo en tu vida sexual no tienes tiempo ni ganas? No lo entiendo.


Pero bueno, que si no tienes ganas de remediarlo, tampoco te quejes.
Cada uno tiene lo que se busca.
Ya sé que me repito pero hay cosas que no entenderé nunca.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Mis mejores fans

Hay cosas a las que no encuentro explicación.

Ya escribí un día sobre lo que opino de determinados mails que recibo. Aquí.
Pero al parecer algunos no se han leído ese post.

Estaba ya alucinada con mi fan madrileño que me escribió un mail el 11 de febrero con un texto fuera de lugar. Al no recibir contestación, lejos de cejar en su empeño, me manda un mail con EL MISMO TEXTO el 8 de mayo esta vez adjuntando una foto de la que debe ser la mejor parte de su anatomía en su máximo esplendor (si por esplendor entendemos otra definición distinta a la del diccionario donde se dice que esplendor es auge, resplandor, apogeo y nobleza; dejémoslo en pueblo llano y poco brillo). Dando por hecho que ha sido un error suyo mandarme el mail standard por segunda vez sin cambiar ni una coma, le contesto explicándole que ese mail YA lo había recibido. Doy el asunto por zanjado.
¡Pero no! ¡Qué va, hombre! El que la sigue, la consigue. Total, mandar un mail al que no le cambias el texto no cuesta nada así que me VUELVE a enviar el MISMO MAIL el 28 de mayo.
Como yo soy así, una desagradecida, insulsa, antipática, maleducada y rarita y no le contesto por tercera vez consecutiva, este apasionado fan, entiendo yo que en la firme convicción de que no he recibido su mail, me reenvía EL MISMO MAIL por cuarta vez el 26 de agosto.
Y yo, ante semejante (me faltan las palabras) exhibición de cortesía, esfuerzo y buen gusto me lo tomo con humor y no puedo dejar de reírme.

Unas semanas después, sigo sin recibir noticias de mi fan madrileño pero a cambio recibo una de un señor que no conozco que adjunta varias fotos. Una es de él comiendo un pescado, otra foto de bandejas llenas de magdalenas para hornear y otra de él con un libro en la mano que se llama "Animales parásitos" y una maceta en la cabeza. Y ya no sé si alguien me toma el pelo o si me están haciendo una terapia de risa por internet y gratis. Vamos que mi psiquiatra dirá lo que quiera pero más quisieran muchos tener mi salud mental.

Cuando mi estupefacción, aún convaleciente, empieza a recuperarse, recibo otro mail, pero no de mi fan madrileño sino de alguien que no sabe que "que" se escribe con tres letras y no con una "k" donde me acribilla a preguntas como si yo fuera el consultorio de la Super Pop. No voy a copiar aquí el texto porque luego me echaréis en cara que atento contra el secreto de las comunicaciones pero no tiene desperdicio. Sólo añadiré extractos del mismo sin citar la fuente. Cosas como:
- ¿como 1 chico puede distinguir a una chica k sabe besar muy bien de otra k no tiene experiencia?

- ¿como el chico puede darse cuenta de que la chica que le gusta esta teniendo un explosivo orgasmo al besarla?
- supongamos 1 chico k empieza a salir con una chika, pero esta tiene 1 hermana de parecida edad y sale tambien con el grupo de amigas y amigos de la chika
Pero para el ejm k pongo, pongamos k el chiko le gusta tanto a la hermana como a una de las amigas intimas d la chika
En esos casos en k el novio de vuestra hermana o el novio de vuestra amiga intima os gusta y os late mogollón
- ¿haceis las chikas algun comentario cndo delante de vuestra amiga intima o vuestra hermana dl tipo, k chico tan atractivo, esta buenisimo !!!, o cosas similares?
¿o el sentimiento d fuerte deseo x ese chiko os los guardais para dentro?

Así que hago un llamamiento a la Super Pop para que me contrate en cuanto vuelva de mi viaje con motivos científicos para la Universidad de Edimburgo y otro llamamiento para recibir alguna vez un mail normal. Del montón. Algo normalito. Que empiece con un hola, ¿qué tal?, donde los signos de puntuación no se consideren algo superfluo, con un mínimo de educación y un poquito de buen gusto (la estética no tiene por cierto nada que ver con fotos personales de ámbito genital).

domingo, 5 de septiembre de 2010

Carta a la Universidad de Edimburgo

Excmo. Rector de la Universidad de Edimburgo:
Me pongo en contacto con Ud. a raíz del estudio publicado recientemente por un grupo de investigadores de su Universidad acerca de la imposibilidad de conseguir un bronceado integral dado que determinadas partes del cuerpo como el trasero se ponen menos morenas según los resultados del estudio.
Acabo de volver de vacaciones y he de comunicarle que la parte de mi cuerpo en la que la espalda pierde su casto nombre está tan moreno como el resto de mi piel.

A pesar de que mi trabajo no está relacionado con el mundo de la ciencia, me sentiría profundamente halagada si pudiera hacer una pequeña aportación y por tanto me presento voluntaria para llevar a cabo un nuevo estudio de mayor calado. Soy perfectamente consciente de que el estudio tendría que realizarse en un entorno tropical para conseguir un intenso bronceado. Por tanto estoy dispuesta (en pos de la ciencia) a pedir una excedencia temporal de mi puesto de trabajo y a renunciar a mis ansiadas vacaciones en "El Parque Temático de Dios" (a punto de inaugurarse, le recomiendo fervientemente la visita) para trasladarme a algún paraíso tropical lleno de palmeras y aguas cristalinas.

En el firme convencimiento de que la investigación ha de ser lo más exhaustiva posible para ver el estudio publicado en el "Science Journal", y dado que la producción de melanina puede tener una estrecha conexión con una vida sexual plena, estoy dispuesta a mantener relaciones sexuales diarias con algún investigador de su universidad bien parecido y con al menos 17 cms de virilidad (más que nada por cumplir el requisito de vida sexual plena) a efectos de incluir este aspecto en su estudio. Todo ello, como ya he mencionado anteriomente, en pos de la ciencia y en ningún caso para mi satisfacción personal.


Espero su respuesta mientras voy preparando mis bikinis y me voy haciendo las ingles brasileñas.


Atentamente,

Susurros de Deseo.

Y aquí estoy, a ver qué me responde porque nada me haría más feliz que sacrificarme por la ciencia.